lunes, 5 de febrero de 2007

ESCRIBIR ES MUCHO MÁS QUE JUNTAR SONIDOS PETRIFICADOS

Escribir es mucho más que juntar sonidos petrificados, mucho más que adornar significados enmohecidos, sentidos sinsentido de tanto amoldarse a un sentido globalizable.

Escribir es como vivir en la latencia de una página cualquiera, una pantalla que, al final, se reduce a miles y miles de puntos, sin más tiempo que el de la necesidad de la palabra abrumadora, agolpada en tantas sinapsis como posibilidades haya en el universo del ser. Sí, el verbo ser como la clave para hacer un universo de tintapapel o de energía luminosa, que con su estela va dibujando cada uno de mis sonidos.

Es el acto de escupir y esculpir razones y sensaciones que mueren en el mismo instante. Se quedan en la millonésima fracción de segundo en que se producen. Es la idea de vida más corta que he experimentado y, sin embargo, la única manera de hacerlas perennes, una especie de muerte para no morir.¿La clave de la tan ansiada resurrección?, no lo sé.

Es posible que en la escritura se redima el pecado de nombrar, de la mente egoísta, dominadora del espacio en blanco y el tiempo en negro.

Es la palabra compuesta frente a la ventana, en espera de alguien que se enamore de ella y se la lleve. Mientras, quien la produce muere y se salva, o muere y se condena, pero muere para empezar a vivir su propia historia, más allá de los muros de una existencia propia.

Escribir es mucho más, es todo lo que se es y lo que se puede ser aun cuando no pudiese llegar a serlo. Cuando tomo esa virtual página en blanco, abro todos los posibles, embarco en ellos mi imaginación y comprometo la de los otros en mi necesidad de expresión y comunión más que comunicación. Tiene otro peso ¿verdad?.

Sí, es una tregua al silencio. Recuerdo entonces a la poeta del eterno atardecer de mi salobre ciudad, diciéndome:“escribo, porque para guardar silencio me sobra la eternidad”.

En ella el verso flota y remonta mares. En mí, cada palabra, cada línea apunta al horizonte, en busca de una brevedad que se esconde entre mis espejismos.

Es esa especie de urgencia la que me mueve a escribir esa historia, sin perder de vista ese punto que ansío, ese poder de síntesis que me lleva hasta el umbral donde ya no sólo se conoce y se dominan los distintos sortilegios para lograr que la voz se convierta en la serpentina de secretos y extraños dibujos, que descubrí de la mano de mi madre cuando era una niña, y con los que aprendí esa especie de fórmula alquímica para reproducirla.

Entonces, la palabra deja de ser la misma para ser, simplemente ser en un ser de todos. Allí, la profundidad del pensamiento se mete en todos los escondrijos posibles, sacando al aire toda posibilidad de imaginar para vivir, de soñar para revivir y seguir viviendo.

Nota: Escriir es la introducción de mi relato tiulado: "I de Inés", incluido en mi libro "Relatos con I"

viernes, 2 de febrero de 2007

cómo meditar

Hace unos días me invitaron a una charla acerca de la escritura creativa. Causalmente, unos instantes después de haber aceptado, me senté frente a mi computador para organizar lo que diría. Lo primero que encontré fue una ficha que rezaba:
Piensa CreativamenteActúa decididamenteVive peligrosamente
Debajo, aparece una cita que no recuerdo de dónde la tomé, lo siento, pido disculpas por ello. La cita reza: “Cuando limpies tu corazón, no te pares a jugar con las palabras”. Esto inspiró toda mi conferencia acerca de lo que debería decir respecto de la escritura creativa.
Mi primera inquietud fue tratar de responder algo que, normalmente, se queda en el aire: ¿Cómo lo hago?.

Siempre se nos ha dicho que la escritura creativa nos lleva a crear literatura, pero no es así para mí, puedes emplear la escritura creativa para solicitar un crédito, para reclamar el haber sido víctima de algún atropello en alguna oficina pública, o por supuesto, para escribir una carta de amor.

En realidad, para escribir lo que sea, tu mente debe estar dispuesta en el “aquí y ahora contigo mismo”. El escribir es un constante presente y la única manera que tiene de manifestarse es en ese presente, no importa en qué tiempos uses los verbos de tus frases, siempre será un presente.
Esta es una clave interesante de recordar, pues, a menudo, se nos olvida.
Escribir es crear con palabras, es el principio del principio:
¿Recuerdas lo que decía el prólogo del Evangelio de Juan?: “En el principio era el verbo…”, pues ese verbo es la palabra.
Esa palabra se forma de la interacción existente entre tu experiencia interna y tu experiencia o interacción con el mundo externo. Podríamos decir que lo primero es la imagen, esa imagen se transforma en un pensamiento, el pensamiento es idea y la idea es concepto, pero cada concepto guarda en su interior una estrecha, muy estrecha relación, con tu plano emocional, léase sentimientos, sensaciones e intuiciones.

Así que pensar creativamente te lleva a escribir creativamente. ¿Qué significa esta especie de tautología?.
Pues, a mi manera de entenderla y experimentarla, significa que tú tienes el poder de hacer relaciones nuevas con los mismos pensamientos y emociones, simplemente cambiando la intención consigues un resultado diferente.
--------
QUÉ HACER CON “LA LOCA DE LA CASA”
Tú te preguntarás a qué me refiero y yo te diré que para escribir necesitas concentración en la acción y acción en la concentración. ¿Qué es esto?.
Es simplemente que debes acostumbrar a tu mente racional a centrarse en un solo pensamiento y, asimismo, debes llevarlo a la acción, vale decir que la única forma de dominar la comunicación escrita, efectiva y eficazmente, es haciéndolo constantemente.

Para ello, puedo sugerirte un par de pequeños y sencillos trucos:
Veamos:
Para mantener tu mente en el aquí y ahora

a) Maneja tus emociones:Cualquier estado emotivo disparará las suposiciones y construirá miles y miles de explicaciones acerca de tu soledad, tus miedos, tus temores en cuanto a la infidelidad de tu pareja, en fin. Sólo es cuestión de buscarles una solución. Por ejemplo, convéncete de que eres totalmente capaz de dar ese examen al que tanto le temes.

b) Soluciona tus problemas desde ti mismo:Mira más dentro de ti, toma más en cuenta tus capacidades y talentos que tus defectos. Mira cada problema como una oportunidad y no como un obstáculo en tu vida. Simplemente repítetelo, hasta que tu mente se acostumbre a aceptar este tipo de pensamientos. Así, desecharás tus preocupaciones y pasarás directamente a las ocupaciones, la acción, que a fin de cuentas es lo que hace tu día a día.

c) No ocultes nada:No temas, acéptate tal cual eres y comunícaselo a los demás. Ten confianza en ti mismo, trabaja tu autoestima. Cuando intentas ocultar tus acciones, te preocupas demasiado, por tanto, tu mente estará pendiente de no traicionarte. Esto es fatal para escribir, pues por estar queriendo “esconder tu punzón en un saco de tela”, como dice el refrán, te inhibirás ante la página en blanco y el mensaje surgirá con mayor dificultad, con menos honestidad y, por supuesto, tus lectores lo captarán.
Mi sugerencia es que no temas a mostrarte tal cual eres. Te asombrarán los resultados.

ALGUNAS GENERALIDADES PARA REDACTAR LO QUE SEA
Para ordenar tus pensamientos y ponerlos en el papel te sugiero que sigas estos sencillos pasos:

1. Plantea tu tema: Escríbelo

2. Hazte un boceto. Simplemente anota todos los pensamientos relacionados con tu tema, que te vengan a la mente. Tal vez algunos te parezcan descabellados, no importa, anótalos igual.

3. Desarrolla un párrafo por cada uno de esos pensamientos

4. Revisa lo que escribiste e imagina lo que puedes aprovechar, dejando a un lado lo que te pudiera parecer fuera de lugar. Descártalo, pero no lo destruyas aún, guárdalo hasta la última y definitiva revisión. Nunca se sabe.

5. Relee, relee y relee, así irás arreglando, tanto la coherencia como la concordancia entre tus frases y tus párrafos.

6. Sólo cuando te sientas realmente satisfecho, deja tu texto en paz. Para ello, es muy importante que te hayas fijado una meta. Quiero decir, que tengas muy claro qué es lo que quisiste decir y a quién quisiste decirlo, sólo así sabrás si tu texto está listo o no.

Recuerda que cuando te fijas una meta estarás aumentando tu propio rendimiento, pues te ayudará a estar completamente seguro de ti mismo, de que puedes y deseas alcanzarla.

Para ello te sugiero tomar nota de estos dos puntos:

1. No abandones nada antes de llegar al final, al menos a un tope razonable para ti. Me refiero, específicamente, a tus relecturas, relee tu texto una y otra vez, pero debes fijarte un punto que te permita decir: “hasta aquí, esto es lo que quiero”, de lo contrario no llegarías nunca a ese final, ¿Me explico?.

2. No insistas en hacer y seguir haciendo algo que no te interesa o que no te lleva a ninguna parte. Si no te importa, no lo escribas. Si no crees en ello, no lo escribas. Para ello céntrate en tu tema, en tu interés y motivación por él, en tus razones y en tus sentimientos.
Con ello, lograrás que la comprensión de tu texto conmine a las personas a leer más allá de tus palabras. Me refiero a que, a través de la lectura de tus palabras estarán recibiendo ideas. Esto significa leer para comprender y aplicarlo en la vida.
------
EN CUANTO A LA COHERENCIA
No busques la coherencia al comparar lo que tú escribes con lo que supuestamente debe ser, según la reglas del idioma. Es cierto que debes tomar en cuenta las reglas de ortografía y las normas sintácticas, pero además de ello hay un ingrediente sumamente importante en este asunto y ese eres tú. Tu coherencia debe fundamentarse en la armonía que debe existir entre tus pensamientos, sentimientos y acciones. Si existen coherencia entre ellos, no hay texto que tú produzcas en el que no se refleje esta armonía. En este sentido, es más importante tu actitud que tu aptitud.

En cuanto a si es arte o no, sólo puedo decirte que la única diferencia es que aceptamos algunos textos como ficción y otros no. La línea divisoria es muy, pero muy delgada. Al final, como decía Calderón de la Barca: “La vida es sueño”.