domingo, 17 de diciembre de 2006

LAS ANOTACIONES DE UNA “LIBRETICA”

Encontré una pequeña libreta junto al cubo de la basura, no sé por qué la recogí, se abrió en una página que tenía esta frase:

“Lucifer es el miedo, Metathron o la manifestación primera de Dios, es el amor.”
No recuerdo cuándo ni por qué escribí todo esto, simplemente, no lo recordaba. Esto era lo que contenía en sus diminutas páginas:

El hombre no es una entidad física. Es, más bien, alguien que visita lo físico. El hombre es inteligencia, la luz del conocimiento con potencialidades multidimensionales, que trascienden su ser emocional y mental.

No somos ni cuerpo ni mente, somos una Presencia dentro de la vida. Por ello, la cubierta del cuerpo es la expresión física de la mente. La mente es la sustancia, la fuerza que genera esa expresión física.

El principio-energía y sustancia.

La Alquimia interior nos enseña el arte de transformar:
Odio o rabia en amor
Sexualidad y posesión en sensibilidad y libertad
Miedo en creatividad y alegría,
Porque somos cocreadores con Dios.

El propósito de la vida no sólo es crecer, expandirse y retornar a la fuente amplificados como luz, sino también bendecir y crear.

Los tres poderes en ti son: Pensamiento, sentimiento y Palabra hablada. El sentimiento proporciona el combustible para toda creación, pero el sentir debe ir más allá de la emoción o las sensaciones. El sentir debe darse desde el corazón, unir la mente inferior a la mente superior a través del amor.

OJO: Las reglas son simples guías, que se aplican cuando no existe suficiente maestría en uno mismo.

ME ABRO A MI PROPIO UNIVERSO...
a mi propia creación, me hago cargo de ella y la transmuto en luz. Mis fuerzas, mi conexión con el mundo interior.
He aprendido que sí puedo conversar directamente con Dios, pero se me olvida y sigo pidiendo ayuda a los intermediarios, no obstante, cada día siento que estoy muy cerca de mi Padre-Madre. Y me comunico con Él, puedo escucharlo como a mí misma y es increíblemente maravilloso.

Por Él, ahora entiendo que todo está en su lugar, cumpliendo la función que debe cumplir, por tanto, nada es malo ni bueno. Esto me hace sentir menos sombría que antes.

Soy muy intuitiva, con la gente, con los hechos, conmigo misma, pero también soy muy espontánea en muchas áreas, lo que me lleva actuar por impulso. Lo bueno de ello, para mí, es que lo voy identificando cada vez mejor, lo que me ha permitido observarme en esas situaciones de ansiedad, angustia, celos e incertidumbre. Observo cómo determinados pensamientos disparan estas reacciones, hago un esfuerzo por identificar cuál es verdadero detonante, qué deseo, qué necesidad, como diría un psicoanalista, cuál es la pulsión que está detrás.

Siempre siento miedo, a veces llega al nivel de pánico, la inseguridad en mi trabajo, que no es más que mi propia inseguridad, pero lo he ido superando. Y todo gracias a escucharme, lo que me permitió comprender que cada experiencia, por muy dura que me haya parecido, me ha servido para entender y aceptar mágicas y maravillosas lecciones, para darme cuenta de quién soy en realidad y de cuánto he estado absteniéndome de manifestar mis verdaderos sentimientos, por miedo al rechazo de los otros, al abandono. Ahora soy conciente de ello.

También, me di cuenta de que he estado reprimiendo y suprimiendo la energía del dinero. Odio ir a un banco, hacer colas, realizar transacciones comerciales. ¡qué horror!

Le temía más al éxito que al fracaso. Le temo, sobremanera al triunfo ante todos y, sin embargo, lo anhelo.

Pero, estoy orgullosa de mí, porque he mejorado mucho, sobre todo en el aspecto emocional, me siento más segura al controlar mis emociones y, cuando no puedo lo reconozco, eso me ayuda a centrarme.

He aprendido a no temer, ano tenerle miedo a casi nada y a enfrentar las cosas, vengan de donde vengan.
Fue a partir de allí cuando me planteé desarrollar talleres de crecimiento personal. En la última anotación reza: “Quiero dar, ya que hasta ahora sólo he recibido. Quiero destruir la oscuridad en mí, la oscuridad de la ignorancia. Debo enfrentar sin temer. Esa será mi ventaja: el miedo que ya no tengo.

Comprendo, entonces que el móvil de mi sendero no es el amor al poder, sino el poder del amor.

Fotos: Tomadas de "Arte en papel".

jueves, 14 de diciembre de 2006

PARA TENER UNA CONVERSACIÓN DIRECTA CON DIOS

Particularmente, me he pasado más de la mitad de mi vida queriendo tener una conversación directa con Dios. ¡Qué tonta fui!. Un día, descubrí que esa conversación la tengo todos los días. Dios me ha hablado, nos ha hablado siempre, a través de sus más disímiles voces, pero nunca escuchamos porque no tiene la forma que creemos, o nos hicieron creer que Dios tenía.

Un día, llorando por ti, abrí mi ventana y grité: ¡Dios, es hora de que me digas por qué, tengo derecho a una explicación al menos!.
Y al momento una maravillosa y extraña mariposa "monarca" apareció revoloteando en mi ventana, muy cerca de mi rostro. Me pareció hermosa, observé, por un instante cómo volaba cerca de mí, luego se dirigió hacia lo alto de un árbol y de allí la perdí. Supongo que prosiguió su largo, tortuoso y peligroso camino hacia el sur, pero eso no le importó para desviarse un momento y consolarme. Eso supongo yo. Hoy digo que ese es el amor verdadero y ese es el único lenguaje que Dios conoce, por eso es el único con el que Él te habla, pero como no parece tener voz ni palabras en el sentido humano, con la soberbia, prepotencia y lógica aplastante humana, nos negamos a escuchar. Y seguimos clamando: ¡Dios, háblame!.

Es que el mundo entero está dentro de ti, pero qué difícil es no dejarse arrastrar por “la realidad” que ves, escuchas, hueles y tocas a través de tus sentidos. La“certeza” de lo concreto nos entrampa.

No obstante, ¿Qué prueba tenemos de ello?.

Deepak Chopra, en El libro de los secretos apunta :

"Hay un mundo material. El mundo material está lleno de objetos, sucesos y personas. Yo soy una de esas personas y no tengo una posición más elevada que las demás.Pero, “Por más convincente que parezca el mundo material -y para vergüenza de la ciencia moderna-, nadie ha podido demostrar que es real...

... cualquier neurólogo puede decirte que el cerebro no ofrece ninguna prueba de que el mundo exterior existe en verdad, y sí muchas de que no existe.Todo lo que el cerebro hace es recibir señales incesantes relacionadas con el equilibrio químico, el consumo de oxígeno y la temperatura del cuerpo. A lo anterior se suma una corriente discontinua de impulsos nerviosos. Esta enorme cantidad de información no procesada tiene su origen en estallidos químicos que producen cargas eléctricas. Éstas viajan en todas direcciones por una intrincada red de finísimas células nerviosas, y una vez que llegan al cerebro (como un corredor que lleva un mensaje a Roma desde los límites del imperio) la corteza las combina y forma un conjunto aún más complejo de señales eléctricas y químicas.La corteza no nos dice nada sobre este procesamiento perpetuo de información, que es lo único que ocurre dentro de la materia gris. Nosotros sólo percibimos el mundo material con todas sus imágenes, sonidos, sabores, olores y texturas.
"


Esto significa, que el mundo, tal y como creemos conocerlo, podría ser un sueño, como decía Calderón de la Barca: “La vida es sueño”.

Pero Chopra es más tajante:

"Cuando estoy dormido y sueño, veo un mundo de sucesos tan vívido como el que veo durante la vigilia (aparte de la vista, mis otros cuatro sentidos están presentes de manera irregular, pero al menos un pequeño porcentaje de personas tiene los cinco: pueden tocar, saborear, escuchar y oler con tanta intensidad como cuando están despiertos). Sin embargo, cuando abro los ojos en la mañana, sé que esos sucesos tan reales fueron producto de mi mente. Nunca he tomado el sueño por realidad porque doy por hecho que los sueños no son reales.¿Mi cerebro tiene un sistema para crear el mundo de los sueños y otro para crear el de la vigilia? No; en términos de función cerebral, el mecanismo de los sueños no se esfuma cuando despierto...

La ubicación de la actividad neuronal cambia ligeramente entre una situación y otra, por lo que puedo distinguir entre un sueño, una foto y el objeto; pero el proceso fundamental siempre es el mismo: estoy creando un árbol, un rostro o el cielo a partir de una maraña de nervios que lanzan estallidos químicos y cargas eléctricas por todo el cuerpo...

Este embarazoso problema -la incapacidad de demostrar la existencia de un mundo exterior- socava la base del materialismo. Es así como llegamos al segundo misterio espiritual: no estás en el mundo; el mundo está en ti.

Para mí, éste no es un problema sino la esencia de la espiritualidad. Todos somos creadores. El misterio de cómo se combinan todos estos puntos de vista individuales -de modo que tu mundo y el mío armonicen- es lo que lleva a las personas a buscar respuestas espirituales. No hay duda de que la realidad está llena de conflictos, pero también de armonía
."

Y esa incesante búsqueda de la armonía la que me lleva a entender que Dios es tan visible como yo lo decida. Soy su cocreador junto a ti y a todos. Lo que me falta ahora es el valor de aceptar esta responsabilidad.

Dios no tiene culpa de nada, yo lo creé, yo puedo cambiarlo. Y retomo la palabra de Chopra:

"Mi intención no es censurar al ego ni responsabilizarlo de que las personas no sean felices, sufran o no encuentren su verdadero yo, a Dios o al alma. Se dice que el ego nos obnubila con sus exigencias, avaricia, egoísmo e inseguridad interminables, lo cual es un punto de vista común pero errado. Lanzarlo a la oscuridad, convertirlo en enemigo, sólo agudiza la división y la fragmentación. Si sólo existe una realidad, debe abarcar todo. Excluir al ego es tan imposible como suprimir el deseo.

La decisión de vivir en aislamiento -algo que las células jamás eligen, excepto las cancerígenas- originó un género especial de mitología. En todas las culturas se habla de una edad de oro enterrada en un oscuro pasado. Este relato de perfección degrada a los seres humanos, quienes creyeron que eran defectuosos por naturaleza, que todos portamos la marca del pecado, que Dios no mira con buenos ojos a estos hijos descarriados. El mito da a una elección la apariencia de designio. La separación cobró vida propia, pero ¿desapareció la posibilidad de la realidad única?Para reconquistar la realidad única debemos aceptar que el mundo está en nosotros. Este secreto espiritual se basa en la naturaleza del cerebro, cuya función es crear el mundo en todo momento...


En este momento, la vida centrada en el ego resulta totalmente convincente, razón por la cual ni todo el dolor y sufrimiento que provoca nos decide a abandonarla. El dolor lastima pero no muestra la salida. El debate sobre cómo terminar la guerra, por ejemplo, ha resultado estéril porque se funda en la idea de que somos individuos aislados; como tales, nos enfrentamos a "ellos", los innumerables individuos que quieren lo mismo que nosotros....
Todos formamos parte del único proyecto trascendente: la creación de la realidad. Defender otros intereses -dinero, propiedades, posición- sólo tendría sentido si fueran esenciales. Pero el mundo material es consecuencia; nada en él es esencial. El único interés personal valioso es la habilidad de crear libremente, con plena conciencia de cómo se crea la realidad.

La realidad única nos ha revelado un valioso secreto: quien crea es más importante que el mundo entero. De hecho, es el mundo. Vale la pena hacer una pausa para asimilarlo. De todas las ideas liberadoras que pueden cambiar la vida de una persona, quizá ésta sea la más poderosa. Pero para llevarla a la práctica" para ser auténticos creadores, debemos liberarnos de múltiples condicionamientos. Nadie nos pidió que creyéramos en un mundo material, pero aprendimos a considerarnos seres limitados. El mundo exterior debe ser mucho más poderoso; él marca la pauta, no nosotros; él está primero y nosotros muy por detrás. El mundo exterior no te proporcionará respuestas espirituales mientras no asumas tu papel de creador de la realidad.

Esto parecerá extraño al principio, pero establecerá un nuevo conjunto de creencias:Todo lo que experimento es un reflejo de mí. Por tanto, no tiene sentido tratar de escapar. No hay a dónde ir, y como creador de mi realidad, no me interesaría huir aun si pudiera.Mi vida es parte de todas las demás. Mi conexión con todos los seres vivientes me impide tener enemigos. No siento necesidad de oponerme, resistirme, vencer o destruir.No necesito controlar nada ni a nadie. Puedo inducir cambios transformando lo único que está bajo mi control: yo"

Así, yo decido, yo elijo, como he elegido amarte. Ojalá ese amor, al menos alguna vez, haya sido una señal de todas tus conversaciones directas con Dios.

Fuente: Deepak Chopra, El libro de los secretos. Tomado de , MENTAT (Escuela de Educación mental) Boletín No.117.

jueves, 7 de diciembre de 2006

ALGUNAS REFLEXIONES ACERCA DEL AUTOCONOCIMIENTO


El autoconocimiento
Es conocer quién eres desde ti mismo, desde tu interior, sin importar lo que te hayan dicho tus padres, tus hermanos y hermanas, tus familiares y amigos, no importa cómo te hayan percibido los otros. Es un contacto contigo mismo que solamente tú sabes y puedes hacer. Esta es una búsqueda diaria durante toda la vida y la clave está en tener mucha paciencia con nosotros mismos.

La identificación (El primer paso)
Tengo un gran cantidad de información que viene de mi pasado. Cada experiencia vivida ha dejado una huella, sea cual sea el precio, la experiencia valió la pena y siempre será perfecta. Lo importante es no quedarse en ello. Estas huellas hacen que yo cree parámetros con los que mido todo lo que está afuera. Me identifico con lo que creo que se parece a mí desde cada uno de esos parámetros. Amo en los otros lo que está en mí, rechazo de los otros lo que está en mí. El mundo es mi reflejo. Una vez que entiendo esto, comienzo a comprender quién soy realmente.

Tu reconocimiento. Aprendiendo a dialogar contigo mismo
Cuando estás pensando, utilizas tu razón, tu lógica, pero dejas fuera tu corazón, tu intuición, a esa nunca la escuchas y, si por casualidad ella despierta, a través de una presentimiento, una corazonada, inmediatamente la desechas, porque no estás de acuerdo con lo que estás pensando en el momento, desde tu personalidad, que es esa parte tuya que responde a tus cinco sentidos.
Buscando entre tus fantasías, tus sueños, tus deseos, esperanzas y temores irás encontrando la manera de unir tu mente con tu corazón, sin que ninguno de los dos tenga que silenciar al otro. Somos emociones, sentimientos y pensamientos. Reconócelos, vívelos, siéntelos en conciencia y, en ese momento, estarás dialogando contigo mismo.

“Las lógicas y las comprensiones de la personalidad dotada de cinco sentidos se originan en la mente. Son producto del intelecto. Aquel orden lógico y aquella comprensión más elevados que es capaz de reflejar el alma con un sentido más pleno proceden del corazón. Por tanto, la creación de este orden lógico y de esta comprensión más elevados precisan de una estrecha atención a los sentimientos... Cuando cerramos la puerta a los sentimientos, le estamos dando un portazo también a las corrientes vitales que proporcionan energía y activan nuestros pensamientos y nuestras acciones...Sin tener un conocimiento de nuestras emociones somos incapaces de asociar los efectos, la cólera, la tristeza, la pena y la alegría –en nosotros mismos o en los demás- con las causas que las provocan. No somos capaces de distinguir la parte de nosotros que es personalidad de aquella que es alma” (Gary Zukav. El Lugar del alma).

El desarrollo de la conciencia.
Quién soy, de donde vengo y por qué estoy aquí

Comúnmente, llamamos conciencia al estar “aquí”, literalmente abrir los ojos, respondiendo a los estímulos de nuestros sentidos y a las necesidades de nuestra personalidad. Confundimos la conciencia con la concreción de este mundo. Para la mayoría de las personas estar concientes es actuar desde el pensamiento concreto: pero, desde lo más profundo de nosotros, salta una “voz”, que no entendemos, al principio muy baja, irreconocible, fugaz, pero una vez que la reconocemos, se hará cada vez más fuerte hasta que ya no necesitemos comprobar dónde está, porque siempre estará presente. A esto llamamos conciencia, en ella reside nuestro poder de discernimiento y de elección, pues la vida es eso, un constante elegir.

Para desarrollar nuestra conciencia debemos empezar por reconocer sus tres niveles:

La conciencia racional-------- Estar aquí ------- Pensamiento concreto

El subconsciente es el resultado de todo los recuerdos bloqueados de experiencias vividas. Marcan la inmensa mayoría de nuestras reacciones y afloran en lo que se conoce como estados alterados de conciencia, motorizados por las emociones y los sentimientos. Éstos son la corriente energética, a través de la cual activamos nuestras acciones. Generalmente, cuando tomamos en cuenta este nivel, lo primero que notamos es que lo que hicimos y dijimos no tiene explicación lógica para nosotros, pero tiene un profundo significado existencial. Eso lo sabemos, aunque la lógica no pueda contestar a ningún por qué.

La supraconciencia responde a todo lo real que va más allá de esta realidad. Para la supraconciencia todo es y nada es. Es el despertar en nosotros de la conciencia cósmica, donde nos reconocemos como una parte de ese todo. A través de la supraconciencia la parte vuelve al todo. Esta es nuestra certeza de lo infinito aún dentro de las limitaciones de lo finito en este plano de la realidad. Las cosas dejan de ser buenas o malas, simplemente son.

Mientras la conciencia racional limita, mediante los patrones de conducta aprendidos, la supraconciencia, manifestada a través del amor universal, nos hace ilimitados.


La mente superior y el espíritu
El desarrollo de la conciencia en sus tres niveles permite que sea nuestro espíritu nuestra esencia, quien se manifieste.

Alma y espíritu
El alma es sustancia del espíritu, es esa parte que necesita vivir experiencias para iluminarse y evolucionar.
El espíritu es la esencia, la chispa divina en cada uno de nosotros. El espíritu es lo que realmente somos, aunque no lo recordemos. Por ello, es importante entender que todo, absolutamente todo, lo que hemos buscado ansiosamente afuera siempre lo hemos tenido dentro.

domingo, 3 de diciembre de 2006

CONOCIÉNDOME EN UN DÍA DE ELECCIONES

Este domingo 3 de diciembre se realizó el proceso de elecciones presidenciales en Venezuela. Esa tarde, estuve observando un grupo de mujeres que estaban discutiendo acerca de la posibilidad de fraude.
La discusión se enardecía cada vez más, porque había que defender la democracia. Las mujeres estaban reunidas en torno al sofá donde dormía un bebé de un año, hijo de una de ellas y sobrino de las demás.
_ Hay que defender nuestro voto- dijo una de ellas, quien subía de tono cada vez más, mientras, el bebé dormía.

Hablaban de respeto, de libertad, de democracia, de derecho, y mientras, ninguna de ellas respetaba el sueño del bebé, un niño de su propia sangre.

Observando aquel triste cuadro –triste para mí, aclaro aquí- me preguntaba: ¿Es que no se han dado cuenta?. ¿Acaso no observan lo que hacen?.

Recordé entonces las palabras de Jesús, el Maestro: “Con la vara que midas serás medido”. En ese momento creí haberlas entendido. Aquellas mujeres hablaban de cosas que no practicaban en lo más mínimo. ¿Cómo puedo hablar de derecho, si no soy capaz de reconocer el derecho de un niño a dormir en paz, con el agravante de que ese niño es de mi propia sangre?.

Mi pregunta era: ¿Son capaces de respetar los derechos de todo un país?. Comprendí por qué en mi país, la democracia, hasta ahora, ha sido una parodia, donde ha habido tantos desposeídos y atropellados, en aras de un sistema que no termina de alcanzar la equidad. Y es comprensible, pues al parecer la gente vota por un interés muy particular, egocentrismo, podríamos decir y por ello, se instauran reinados de cinco o seis años. Es más fácil culpar a uno cuando las cosas no salen bien a tomar conciencia de que es mi propia actitud, mi manera de llevar y ver la vida, lo que se refleja en el tipo de gobierno que elijo. Sabias palabras aquellas que rezaban: “Los pueblos tienen los gobiernos que se merecen.
Mientras las personas no hagan conciencia de ello -pero no en teoría, como lo presencié yo esa tarde- que lo manifiesten en cada gesto, en cada acción, en cada proceder de su cotidianidad, no habrá cambios.

Intenté explicar algo de esto a aquellas mujeres y sólo logré que se enojaran, se sintieron agredidas y, de paso, me tomaron como una excéntrica. Sólo una de ellas admitió su responsabilidad. Se acercó y me dijo:

-Tienes razón, el niño estaba durmiendo y ni siquiera lo notamos. Estábamos tan absorbidas en nuestra discusión política, calculando el cómo defender nuestros votos, que se nos olvidó el bebé. Lo siento-

Yo, sólo le contesté: Bien, obsérvense y analicen por qué ocurren las cosas que ocurren. ¿Quieres respeto?, entonces respeta hasta el aire que llega a tu ventana. ¿Quieres libertad?, entonces sé libre y deja en libertad a los demás. ¿Quieres democracia?, aprende a vivir en comunidad, en armonía, aprende a compartir, aún con el que es totalmente contrario a ti.

Lamentablemente, eso no es lo que está sucediendo. Unos meses antes de estas elecciones, escuché a una señora discutiendo fuertemente en una asamblea de empleados jubilados de unas las empresas Petróleos de Venezuela (PDVESA). Ella decía:

-A mí lo único que me interesa es que me solucionen mi problema, lo demás no me interesa.

He escuchado expresiones como esta a lo largo y ancho de este país:
“No me den, pónganme donde hay”, la famosa frase estandarte de la corrupción burocrática venezolana.
“Estoy con tal o cual partido porque me va a dar trabajo”, aunque no califique, ni siquiera tenga el perfil ni los estudios que se requieran para el cargo a ocupar. ¿Talento?, eso no importa si estás recomendado por el partido de turno.
Y así podría llenar páginas enteras en las que te consigues con un país sin memoria, que no desea recordar, envuelto en corruptela a todos los niveles, tan sólo porque no hay conciencia de nación, no hay conciencia de comunidad, no hay responsabilidad asumida. Es una masa asustada, dependiente y muy vulnerable, sin cohesión de ningún tipo.

Para ejemplo, creo que la historia que voy a contarte a continuación puede ilustrar un poco a lo que me refiero.

Una señora solía barrer todos los días la acera de su casa, pero, en vez de recoger la basura y terminar de barrer el trozo de acera de su vecino, amontonaba la basura en el lado del vecino, en cuya dirección el viento soplaba. Por supuesto, su acera estaba limpia y la de su vecino terminaba siendo un botadero. Un día, por alguna razón, el viento cambió de dirección. Toda la basura que había dejado amontonada fue a parar a su puerta.

La mujer, enfurecida, tocó a la puerta del vecino, le insultó y le amenazó con llamar a la policía si no limpiaba su acera. El hombre, con toda calma, escuchó, y cuando la mujer terminó de gritar y vociferar él se limitó a contestar:

-Señora, esa basura es suya, fue la que usted no recogió esta mañana. ¿Sabe por qué ocurrió esto?, porque a mí no me dio tiempo recogerla como lo hago todos los días. Yo nunca le dije nada ni reclamé por el basurero que usted deja a mi puerta desde hace más de dos años.
Además, permítame recordarle que, cuando usted se fue de viaje, yo barrí su acera durante un mes y regué sus plantas, y usted no reclamó por ello.

La mujer le miró y repuso:

-Eso es asunto suyo, yo no se lo pedí. Lo único que quiero es que limpie mi acera ahora mismo-

Dio la espalda y se retiró.

El hombre, entonces, atinó a gritarle:

-¡No lo hice por usted, lo hice por las plantas!.

Ojalá este pequeño relato te ilustre un poco lo que quiero decirte.

Es que si no nos observamos y actuamos conjuntamente, jamás podremos lograr paz, ni armonía, ni equilibrio, ni respeto, ni libertad, ni democracia, ni progreso.

Por eso sé que gane quien gane estas elecciones, será muy poco lo que cambie. Pues no se trata de cambiar un hombre, un color, un partido. Se trata de cambiar la mentalidad de todo un pueblo que no se conoce a sí mismo, que ni siquiera acepta el hecho de que continúa manteniendo una mentalidad caudillista, con un arraigado culto a la personalidad y un ancestral culto a lo monárquico, al nepotismo y a una serie de modelos que nada tienen que ver con una verdadera democracia.

Si le preguntas a cualquier venezolano, de seguro te dirá que Venezuela es un país profundamente democrático, "con defectos" pero en democracia. Y yo me despido ahora con las palabras de "Il Gatopardo": "Cambia para que nada cambie".